Sin el ejercicio adecuado el cuerpo se devora a sí mismo
Sin el cuerpo adecuado el alma se devora a sí misma
Sin el alma adecuada el mundo se devora a sí mismo, a ti, a mí, a todos nosotros
Sin el sentido apropiado la eternidad devora al instante, eternamente
Sin un tú apropiado me devoro a mí mismo devorándote
Sin un yo adecuado, ¿podréis por favor devorarlo todo como soles moribundos?
Solo por saberlo
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