miércoles, 21 de diciembre de 2022

Ciudad concierto

Incluso antes de conocerla, él ya la había querido. Y dejado de querer. Ya había pensado en ella, abruptamente, como la montaña toca al escalador, y no al revés. En ciudades sin montaña, como la suya, las cordilleras se insunúan en en el habla. La gente habla afilado. Imagina Nueva York. Lisboa. Violencia de grandes ríos que no silban. Ahora imagina Estanbul. Atenas. Su ternura. Se conocieron en una ciudad. ¿Qué ciudad? Su ciudad. Aunque podría haber sido cualquier otra. Todas las ciudades están llenas de mascotas y de matrimonios, partes iguales, de nombres debajo de nombres, y de gente bajo la lluvia tratando de ser Carmen Maura en esa peli, etc. En definitiva, gente mascando el control de sus vidas. Precioso. Toda calle contiene más pelos que objetos, salvo en otoño, cuando las hojas. Todas las ciudades son una persecución sarcástica. El perseguido es el espacio, que no huye ni es atrapado, en cambio, en el campo hay perseguidores pero no perseguidos. Todas las ciudades se explican por el trabajo, es decir, por cambiar las cosas de sitio. O los cuerpos. No los abras hasta que termine, le dijo ella. ¿Ves? Afilado. Allí, ojos cerrados, mano con mano, pies desnudos sobre la hierba. Se guarecían en una penumbra propia a la luz de todas las luces del concierto. Él se sentía un tonto feliz por las cervezas y deseaba abrazarla por detrás con todas sus fuerzas, y eran los únicos, los únicos en el jardín que bailaban. Entonces estaban dentro de la música y la música en su centro como un gigante florecer, y además eran canciones que ni siquiera conocían, y tal vez eso fuera lo que los hacía tan completos como un reloj de agua. Hay navajas que solo cortan carne y carne que solo se afila cortando. Y ojos que se enroscan en cuellos que son los suyos. La luz de los faros restalla en las ventanas, espejean los vértigos metropolitanos. Afuera queda el mundo, arrumbado como una yegua vieja. Ahora que declina el día, la noche enciela sus párpados, arrinconándolos. Zarpan navíos. Amanecer es inaugurar un naufragio: la fatuidad de los salvados, su sed. Un brillo de balsas echadas al sol. La cama una bahía revuelta y, hundido en ella, un deseo que ha trepado por los países de los muertos hasta hollar su confín preciso. En esta playa, su vestido es menos azul que anoche y un poco más turquesa, y lo sostiene con el brazo alzado, de pie junto a la orilla como en un sueño. Arriba las nubes cada vez más oscuras, amenazadoras, quieren arruinarles la mañana. Ella se da la vuelta para mirarle. La mano todavía en el agua. Abre la boca muy lento, al borde de suspirar o gemir o decir algo. Él espera. ¿Qué plegaria esta vez? ¿Qué carrera en los prados contra las estrellas?

viernes, 16 de diciembre de 2022

partly because of my love for you, partly because of your love for yoghurt

However, I will continue to think of you when I drop by the Reina Sofía

like that time I saw something of Mondrian's and I only liked his figurative work 

and you were waiting at home and I thought I would tell you all about it but I didn't 

who knows why or when I'll pass by Carrer de l'Arc again 

in the Call jueu of Girona or the sudden fevers that came up when we saw each other 

after months without seeing each other or the frutti di mare or the picapollo 

or when Vincent and we sneaked into the projection room through the exit 

and the portraits were what melted us both the most and you were so 

beautiful with that fringe that they cut you a little too long 

and I was wearing the three-quarter length coat that you loved so much 

that we bought together and the scarf that you picked out for me 

or when O'Hara or Williams' plums

o Chettie singing don't change your hair for me not if you care for me 

o Picasso's "The room" that presided over our guest room

or Goytisolo with his te compraré un pañuelo

seré buen chico haremos

un viaje or when I go to Tabacalera like when Visit Spain 

by Ramón Masats and seeing the people of the past notice that we thought that 

we were quite lucky and had quite a future and it was my first day in the city 

and we walked through the corridors like a loud bang, a single instinct,

fantasizing each one for oneself with thousands of things we would do together 

and we ended up using the analog camera and I still have that roll of film 

and the certainty that I don't think I will develop it soon not for anything but to let you 

sleep because somewhere I have read that those who we have seen sleeping 

we can never hate.

lunes, 24 de octubre de 2022

La Pasión del Diego

Alguien ha dicho que Dios quería jugar al fútbol y 
que por eso se llevó al Diego.
Yo me pregunto si no querría ponerse duro.
He leído a un tuitero una reflexión
que venía a decir:
“qué es mejor, ¿el odio o la cocaína?
Pelotudos de mierda”.
A propósito de su muerte,
al parecer el mundo se divide
entre gente que lo amaba
y gente que lo odiaba.
Lo mismo que Jesús.
Yo, que me siempre me tuve por un humanista,
adoraba al Diego como adoro a todo ser
que pueda llegar a convertirse
en objeto de devoción.
Receptáculo y agente de fe.
En Nápoles y en las villas bonaerenses
el Maradonismo tiene adeptos
y mártires.
La Biblia repudia la idolatría.
Dice que desafía la sobreranía de dios.
A mí me encanta la idolatría.
Idolatro a todo hombre o mujer
que puedas imaginar siendo un ídolo,
una gold chain o un tattoo.
Me imagino al Diego diciéndole al camello
su ipsissima verba:
“Ché, sabés qué, conseguíme un poco más
y rellená mi contorno con la sustancialidad
de un ídolo-hombre.
Hoy soy un dios que quiere ser un drogata,
y, mientras lo sea, el sol no bajará de lo alto
hasta que se cierre toda ventana
y se prenda toda luz.
Las hojas rodarán 
de una nueva forma desconocida
y no habrá más oscuridad 
que la merecida.
Los que no creyeron, que la mamen,
que la sigan mamando.
Estos goles son para ustedes.
Pelotudos de mierda.

domingo, 23 de octubre de 2022

en esto

Rather than words comes the thought of high windows:   

The sun-comprehending glass,

And beyond it, the deep blue air, that shows

Nothing, and is nowhere, and is endless.

P. LARKIN 


en esto

a menudo deseas

que leer uno de tus poemas

en voz alta

sea como sacar un revólver

en un bar

y que a todo

el mundo

le entren ganas

de reír o llorar o follar

o de vivir un día más

y alguien diga oh, ten cuidado

no vayas

a dispararlo sin querer.

podrías

matar a alguien

de belleza


sábado, 22 de octubre de 2022

taxista

me gustaría ser taxista

le dije un día a mi padre.

imaginaba las mil historias que oiría.

ignoraba todo lo demás.


a mí no, me dijo él

no conoces a quien llevas detrás

podría ser cualquiera

y no lo ves.

no le di la razón

pero de verdad que estaba de acuerdo.


han pasado más de quince años.

entonces él sabía más

de la vida,

pero ahora yo sé más

de la mía.

Y he visto Taxi Driver.


¿acaso conoces

a quien llevas dentro?

desde luego que no podría ser cualquiera,

pues eres tú,

pero podría llegar a ser cualquiera.

después de un mal día o unas malas semanas

podría llegar a ser un perro un

hombre de bien un ídolo

un loco feliz

un cualquiera

o nadie.


supongo que quien nunca llega a conocerse

no tiene culpa de nada

y será perdonado.

la muerte todos la padecen salvo el muerto.

es quien no se reconoce quien debería temerse

del mismo modo que en un taxi

puedes reconocer a quien llevas detrás

por la forma de cerrar la puerta

por la propina

o por los buenos días.

lunes, 17 de octubre de 2022

poema (no acaba nunca)

 los canguros son exremadamente agresivos

recuerdo un vídeo de un paracaidista

aterrizando en una esplanada

nada más poner un pie en la tierra

era atacado por un canguro

ha habido muchos casos de perros

ahogados en charcas poco profundas

por canguros


en mi generación ya no pensamos en texto

sino en gifs, vídeos o stickers

también en plantillas de memes

y en diálogos de los simpson


no pienses en palabras, sino en imágenes

como dijo kerouac

baudelaire: dios es el único ser que para reinar

no tuvo ni siquiera que exisir,

hay que ser sublime

sin interrupción


a veces me sorprendo contándole a la gente

cosas que me averguenzan

el amor es mi ficción favorita

dice iris murdoch

que todos vivimos en el intersticio

de las vidas de los demás

mi memoria: identikits de la gente amada


este es un poema

que no temina nunca

cuyo único fin es

ponerme un poco contento

al recordarlo